vió tus ojos
rebalsó de todo
lo que necesitaba
para dejar de ser
el hombre
salpicado en lo oscuro
vió la sombra
que se mecía
en vos tu temple manchado de luna
tu sonrisa como un enigma
que deja al cielo
como una excusa entonces
sonrió / aprendió a amarse
y supo muy bien
que le ibas a doler
y aunque todo
sus presentes fueron
inviernos llenos de humo
y vida
y siempre se sintió como
mirar al fuego y dejarse
embotar
en un abrazo de ramas secas
crepitar
de a dos
pasó también que
al descuidarse la tarde
en los árboles
deshojándose la luz
débil y temblorosa
como si le hubiesen mentido
él te pensó
te recordó
te escribió
vos, como todas las impresiones
pequeños destellos
salpicados en lo oscuro
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