el pensó
en cada uno de los colores
que le iluminaron la cara
en cómo se le encimó
la luna de repente
el pensó
cuánta nieve junta
qué crueldad sería
derramarse
en el frío que así
estaba perfecto
el pensó
que la estaba adivinando como
a las copas de los árboles
que se movían
entre la niebla
que se veían
desde la ventana
que se movía
el pensó
que la sabía también
casi de memoria
como a las copas de los árboles
que se movían
en medio de la noche y la niebla
y que él conocía hace años
el pensó
en el humo promesa
en el fuego que agita
su propuesta
de ser casa
pensó en cada una de las caras
que le iluminaban los colores
en cada línea que la dibujaba
contra la noche como otra noche
y a partir de ese momento
entendió,
y no dijo más nada.
y ella pensó.
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